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los siete agujeros de mi cabeza

las fotos mañana, que se me han olvidado.

Nos metimos en el coche y cuatro horas y media mas tarde estábamos en Madrid. Estuvimos parados en la autopista mucho rato, Pocreta me miraba angustiado a través del retrovisor y yo le decía que llegábamos fijo, pero pensaba lo contrario. Vimos burritos, guardias civiles y un autobús panza arriba, pero tuvimos suerte y cogimos la vida extra del carril VAO. Nos dieron dos entradas de chiripa y Rubén llamó a su amigo el oso que ha pedido por internet unas semillas que hacen crecer hierbajos arruina-cosechas, todo dentro del arte contemporáneo. Nos metimos unas cañas, unas tapas y al concierto. A la media hora salió un señor grandote y desgarbado, se sentó al piano como si fuera una mujer tímida. Llevaba un vaso de agua y un libro.
Se apagaron las luces.
Empezó a cantar. Sólo puedo decir que yo cerraba los ojos y estaba completamente estremecida. Sentía la necesidad de acercarme al piano y verlo todo a 1m de distancia.
Después de cada canción los aplausos atronaban y casi no se le oía el “thank you guys”.
La gente no se movía, sólo uno estornudó en medio de una canción y sonó fatal.
Dijo que estaba muy emocionado por el recibimiento y eso y contó que había conocido una vez a un “gorgeous guy” de Madrid y tenia mucha curiosidad en visitar la ciudad de donde provenía ese tio bueno.
Pero habló muy poco. Cantó de verdad, pero de manera muy sencilla, ahora que escucho el disco me sobran los coros, la percusión y todo lo demás. A veces tocaba el piano muy suave y su voz sonaba fuerte y otras veces aporreaba las teclas y se separaba del micro, entonces todo era muy intenso. Se tapaba la cara con el pelo y llevaba una americana negra con camisa roja toda arrugada y por fuera. Cuando acabó la novena canción se fue y sólo salió para saludar unos segundos.
Me acordé de todos y me hubiera gustado que estuvierais alli.

5 comentarios

malasmith -

Holas, me gusta tu blog... lo de la rubia del gimnasio está muy bien.
Tu ombligo ya está en la red ejejeje. Venga un besiño guapa.

milibelulazul -

odio viajar en coche...
Pero pasando a temas mas agradables, me ha encantado la crónica, ay, qué sentida ;)

celucho -

esta mañana he ido a medir al restaurante el olivo. esperaba verte por alli, pero mira que rebusqué hasta bajo los rodapiés y no te vi. y resulta que no te conocían. y, cachis, tampoco conocían a Antony.

(ahora cantando: no te escondas, olive, no huyas de miiiii)

celucho -

madre, vaya relato. parece que estuviera allí viviéndolo. gracias olivina!

pocreta -

sí, esto es lo que quería decir yo, pero no me salió. perfecto resumen.
Ayer en telemadrid salió el accidente del autobus. Hubo 2 muertos. Me dan un yuyu tremendo estas cosas, ya he visto unos cuantos...